Como ya hemos analizado, TNC y el PICL deberían comprender y acordar por adelantado los procedimientos para solucionar conflictos. Abordar las inquietudes del PICL desde un comienzo añadirá legitimidad y utilidad a los procedimientos. Además de no realizar una consulta, un sello distintivo de una práctica deficiente de solución de conflictos sería la insistencia por parte de entidades externas de usar sus propias prácticas, que podrían ser desconocidas para el PICL. Y, luego, estas entidades se sorprenden si el PICL no sigue el procedimiento en caso de producirse un conflicto o no acepta la legitimidad de los resultados. Esto genera un distanciamiento en las relaciones además del conflicto en cuestión, en vez de relaciones más fuertes producto de procesos de solución de conflictos bien estudiados.
Contar con diversos mecanismos aborda este problema en cierta medida, al permitir que un PICL deje de lado cualquier procedimiento no que entienda o no sea de su agrado. Asimismo, los primeros dos mecanismos recomendados en esta Guía (Diálogo y Mediación) son más bien conceptos que procedimientos formales, por lo que se podrían adaptar en marcos de referencia que el PICL prefiera.
Los PICL cuentan con sus propios métodos para sostener diálogos deliberados y, en muchos casos, para participar en procesos estructurados e interactuar con un moderador externo similar a una mediación. El personal de TNC debería aprender sobre cómo un PICL comprende e interactúa con estas modalidades, en la medida que el PICL esté dispuesto a compartir. Integrar los enfoques de TNC y del PICL puede ser un ejercicio útil de colaboración y desarrollo de confianzas.
Más importante aún, contar con un método de solución de conflictos que incluya elementos de una práctica ya existente del PICL significa que es más probable que se busquen estas soluciones cuando se presenten conflictos, y es más probable que las soluciones sean consideradas legítimas por el PICL.
Los métodos de solución de conflictos se pueden adaptar de diversas formas:
Para el Diálogo, ¿cuándo un miembro de un PICL desea acercarse a otro miembro con una queja, existen normas o costumbres que aseguren el respeto mutuo y mejoren el diálogo? Los ejemplos van desde lo estructural, como el uso de personas designadas en lugar de las partes perjudicadas, a lo ceremonial, como la práctica de compartir alimentos antes o después del diálogo.
Para la Mediación, las disputas y las quejas podrían abordarse de manera que no dependan de una decisión vinculante sino de foros deliberados ante órganos directivos, consejos de ancianos o entidades similares del PICL. Alguien en el PICL a menudo podría actuar como mediador para disputas dentro de la comunidad; por lo tanto, podría comprender el valor de una perspectiva neutral, a diferencia de un abogado que actúe en nombre del PICL, que corresponde a una función importante pero independiente.
Un plan que incluya una mediación liderada por una persona con estas características tiene más posibilidades de que se respete y apoye, ya que esta persona agrega credibilidad. El moderador también podría ser un tercero de confianza que haya ayudado a solucionar conflictos con entidades externas en el pasado. O bien, se podría usar un panel de personas de confianza que las partes hayan elegido como moderadores.
Todo método de solución de disputas empleado por el PICL que dependa de una decisión vinculante debería analizarse con detenimiento. En muchos casos, el uso de estos procedimientos conllevará la expectativa de que TNC u otras partes se vean sujetas a la decisión de la institución del PICL y que no la consideren como un mero asesoramiento. TNC debería aceptar someterse a estos procedimientos únicamente cuando estemos seguros de que podemos cumplir con las decisiones vinculantes. Es mejor declinar en forma respetuosa a someterse a estos procedimientos de toma de decisiones que someterse a los procedimientos y luego no poder cumplir con el resultado.
Por lo general, los PICL son conscientes de la incapacidad de las entidades externas de someterse por completo a sus procedimientos de toma de decisiones. En algunos casos, incluso es posible que no permitan que dichas entidades externas usen sus procedimientos. Sin embargo, un acuerdo para usar los procedimientos del PICL es la mayor expresión de respeto a la Autodeterminación y a la Buena voluntad general. Incluso si este acuerdo necesitara limitarse a ciertos tipos de disputas o circunstancias, por ejemplo, después de haberse agotado otras opciones, aceptar someterse a los procedimientos del PICL es una adición valiosa a un Plan de solución de conflictos.